PRÓXIMAMENTE

El fuego y el azar propone una experiencia íntima; una lectura desde el latido atemporal del yo que respira por creer, como Luis Eduardo Aute, que «amar» es el verbo más bello, que nos recuerde que la poesía —como la vida— solo existe cuando nos atraviesa, porque vivir es el proceso sostenido de explorar el vértigo a la intemperie, la búsqueda constante, sin certezas de qué lugar del camino habitaremos mañana.

Imanol Bueno Bernaola nos entrega, en esta edición, un poemario de lenguaje emotivo y luminoso, donde el amor, la pérdida y el paso del tiempo se transforman en materia poética, sin olvidar abrazar el duelo palestino o la amistad. Sus versos, precisos y vibrantes, oscilan entre el fuego que quema y alumbra y el azar que guía, entre la galerna y el sosiego, entre la palabra que hiere y la que consuela.

«La poesía no se puede soltar de la mano de la vida», escribe el profesor y poeta Alberto Buitrago en el prólogo de El fuego y el azar. Y es precisamente esta comunión la que arde en cada página de este libro, en el que la poesía sigue siendo la casa donde la vida encuentra refugio.